viernes, 16 de julio de 2010

En el gueto de los cerdos:


En grandes grupos de entre 80 y 200 animales, los cerdos son mantenidos sobre parrillas en una oscuridad casi permanente. Viven sobre un suelo de cemento sin paja, lo que a menudo produce daños en las articulaciones. Se producen como en una fábrica: las madres son fecundadas artificialmente en cajones individuales. Durante las 15 semanas de la preñez tienen que vegetar bajo una luz mortecina en un espacio reducidísimo. Para dar a luz son atadas en rincones especiales para “echar cochinillos”. Apenas si pueden moverse, solo levantarse y volver a tumbarse. Así les es imposible cuidar de sus crías.


El sufrimiento de los cochinillos:


Los cochinillos son castrados sin anestesia hasta la edad de 4 semanas. Para ello se aprisionan de la cabeza en un aparato especial. Se les abre de patas y se les sujeta. La piel fina que protege sus testículos es abierta con un cuchillo, se tira de los testículos y se cortan con un cuchillo. Los dolores son inimaginables. Cuando están recién castrados, tiemblan a menudo en todo el cuerpo y vomitan una y otra vez, debido a que la intervención la hacen a destajo “personas” sin experiencia alguna y frecuentemente bajo condiciones higiénicas deplorables, posteriormente se producen infecciones.

1 comentario:

  1. Qué pena que los neandertales se hubieran extingido. Me gustaría que actualmente existiera otra especie de homínido con un aspecto similar al nuestro y el mismo nivel de inteligencia. Y de paso, que tuveiran el poder para tratar a los "homo sapiens" como productos...

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